“Este empleo de
las fuentes sugiere un método que se concentra más en la calidad que en la
cantidad, enfoque que es microhistórico, y no secuencial y estadístico ; una atención a las palabras,
los gestos, las imágenes, los lugares, y
los sujetos que se derivan a la vez del análisis literario y de la
etnografía o hasta del psicoanálisis,
enfoque multidisciplinario que deberá
derribar ciertas barreras, sin degenerar
en vana charla”.
M.Perrot.
Dialogar con las fuentes desde su
contexto, y con preguntas del presente.
Las fuentes históricas son los vestigios
en el tiempo. Pueden ser restos arqueológicos, testimonios orales, visuales,
materiales o escritos. Todos ellos contribuyen a reconstruir un pasado, que de
acuerdo a un método y un enfoque teórico, las y los historiadores reconstruyen,
al formularles preguntas e indagar en
cómo, por qué, para qué, quiénes, etc., en una investigación dentro de cierta
espacialidad y temporalidad. Así también, exploran las posibles causas y
efectos.
Las fuentes se clasifican en primarias y
secundarias. Las primeras corresponden a los testigos de los hechos en la época que sucedió el acontecimiento. Las segunda, es una
reconstrucción del acontecimiento, por quienes no fueron testigos presenciales.
Así también, las fuentes primarias, son todo aquél vestigio de la época.
La fuentes, dentro del campo de la
Historia, requieren de una profunda crítica, como bien mencionó Michelle
Perrot: “Sacarlas del silencio en que estaban sumergidas, pero, ¿Por qué este
silencio” (2008, p. 17). El silencio o
la visibilidad de las fuentes es histórico, la manera de cuestionarlas responde
a las necesidades de tiempo contemporáneo de los historiadores, quienes
integran nuevas preguntas, temas, enfoques de análisis, etc., por lo que las
fuentes siempre tienen algo que aportarnos.
Por ejemplo, en las últimas décadas se
han incorporado nuevos enfoques de análisis y temas de investigación, es el
caso de la Historia de las mujeres y del género. La búsqueda por retomar otras explicaciones
son producto del tipo de sociedad que vivimos, de las necesidades del presente.
¿Por qué si siempre han existido las mujeres, no se han visibilizado? ¿Dónde
están los rastros de ellas en el tiempo?
Escuchar a las fuentes para asumir una
actitud crítica frente a lo que nos expresan, requiere ubicarlas en su
contexto, dentro de la mentalidad de la época: política, economía, cultura sociedad. Integrar las estructuras de poder es otro
aspecto fundamental: ¿por qué se escribe lo que se escribe? ¿Cómo y quién
distribuye el conocimiento? ¿Cuáles son los subsidios y los espacios que
producen el conocimiento?
En resumen, una fuente nos permite
analizar distintas formas de expresión en
las sociedades del pasado, de acuerdo a las preguntas y enfoques
teóricos del presente -y con el apoyo de otras disciplinas-, para lograr que
las fuentes hablen, se requiere indagar en las formas de vida en su momento, e
integrarlas en esferas más amplias que nos ayuden a explicarnos las
interrogantes que les planteamos.
Saludos, Oliva.
Material de consulta:
Perrot, Michell (2008). Mi historia de las mujeres. FCE.
Ramos Escandón (coomp.) (1992). Género e Historia. Instituto Mora.
¡Hola!
Después de leer a Marc Bloch*, les
comparto algunas reflexiones sobre la crítica de fuentes.
Para Bloch, las fuentes son las huellas del pasado en donde se alberga el
conocimiento de los hechos humanos.
Considera que, el papel del historiador,
es de recopilar fuentes para
comprender el pasado, enfatiza en la importancia de no juzgar, sino, deducir las consecuencias.
Al acercarse a las fuentes, a decir de
Bloch, es importante tener clara la direccionalidad
en la investigación, con preguntas que interroguen para hacer que hablen
las fuentes, desde una posición activa y no pasiva. Así también, también considera trabajar en equipo e
integrar distintas disciplinas que aporten sus propias técnicas.
Bloch precisa en el análisis de las fuentes,
para ubicar las causas humanas, debido a que nos encontramos frente “al
paso del recuerdo a través de las
generaciones”, la crítica significa la prueba de la veracidad, en tanto la
duda, es el instrumento del conocimiento. El autor nos invita a dudar y no
aceptar “ciegamente” lo que dicen las fuentes, para lo cual se requiere indagar
en la procedencia de las fuentes, en los motivos del engaño –si es el caso-,
considerar el momento de su origen y la intencionalidad de las mismas.
Para Bloch el conocimiento se transforma y se modifica, siempre está en
constante cambio, así también, el
historiador escribe desde su momento histórico, desde la incertidumbre, y desde
ésta última, también se encuentra la memoria y los testigos, por lo que finaliza diciendo: “la crítica histórica no se distingue de la
mayoría de las demás ciencias de lo real sino por un escalonamiento de grados,
sin duda alguna más matizado.”
Saludos cordiales. Oliva.
*Marc Bloch fue un historiador francés,
de la primera mitad del Siglo XX, del que podemos destacar sus aportes en la
Historia social y económica
El 8 de marzo de 1944, es detenido y
luego torturado por la Gestapo, para terminar siendo fusilado el 16 de junio de
ese mismo año.
Material
de consulta:
Bloch, Marc, (1982). Introducción
a la Historia. Breviarios del Fondo de cultura económica, pp. 42-64. Recuperado
[7/08/2015]:
http://207.249.192.15/eeh/modules/core/kernel/secuencias.aspx?xaction=verArchivo®istroActividad=0&idFile=4
Aguirre Rojas, Carlos Antonio.
Marc Bloch: In Memoriam. Manuscrits,
N' 13, Gener 1995, &S. 207-217.
Recuperado [7/08/2015]:
http://ddd.uab.cat/pub/manuscrits/02132397n13/02132397n13p207.pdf